lunes, 17 de junio de 2013

No me quiero ir


Este fin de semana, como cada año festejamos el día del padre, a diferencia de los anteriores, este fin se tuvo que organizar para estar con mi padre, mi suegro y el padre de mis hijos. Afortunadamente pudimos separar, estar el sábado con mi suegro y el domingo con mi padre, de esa forma logramos disfrutar de cada uno por mayor tiempo. El sábado se celebró el  cierre del evento de son a son en Xalapa, se presentaron en el parque de los Berros Los cojolites, Los aguas aguas, Sonex, entre otros. La cita era desde las 5 de la tarde, y después de la parrillada que mi suegro organizó en la terraza de su casa, nos arreglamos y salimos a disfrutar de la tarde en el parque. Cerca de las 7pm llegamos al parque, después de ir por un helado en el centro de Xalapa, caminamos por los andadores del parque disfrutando de la naturaleza. Árboles grandes que dan muy buena sombra y que nos protegieron de la lluvia que comenzaba en ese momento. Mi hijo de dos años, ya corría junto con su abuelo y su papá, y al pequeño de casi 6 meses yo lo llevaba de brazos. Escuchamos sones, vimos zapateados y disfrutamos de algunas décimas. Cerca de las 9pm, ya se sentía el fresco de la noche, la lluvia ya se había alejado, sólo habían sido un “espanta flojos”, como diría mi mamá. El pequeño después de tomar su leche, estaba cansado y quería dormir. Lo empecé a arrullar en mis brazos, tenía música de fondo para lograr un balance a ritmo de son. Siempre que lo tengo en esa posición él me mira a los ojos y a veces me sonríe, yo siempre me pregunto qué pensará. En ese momento se me ocurre voltear al cielo y fue fascinante observar la noche despejada aunque sin estrellas, y entre las ramas de los árboles grandes se alcanzaba a ver  la luna. Le dije al pequeño: “ay mijo, no cualquiera lo arrullan con esta hermosa vista”.

Al día siguiente, el día del padre nuestro destino fue Coatepec. El plan era llegar al almuerzo a casa de mis padres, en donde llegaría mi hermano con mis sobrinos y mi cuñada. Desde que íbamos en la carretera, mi hijo mayor desde su asiento del auto iba disfrutando del paisaje que sólo en esa región se observa. Árboles y mucha vegetación, y esa sensación placentera de llegar a casa. Mi mamá ya nos esperaba con el comal encendido y la masa lista para hacer unas tortillas de mano o unas picaditas, a gusto del cliente. Preparó además unos chiles rellenos de queso con epazote que estaban muy buenos. Me hice mis tacos con frijoles negros y esos deliciosos chiles. Después de comer y comer y además de disfrutar de la familia, los pequeños tomaron su siesta y sólo esperábamos que despertaran para regresar a casa. Mientras ellos dormían, yo en la cocina ayudando a mi mamá a lavar los trastes vinieron a mí muchos recuerdos de mi infancia cuando vivía en Coatepec. Ya casi para salir, me habló mi mamá para que fuera al patio a ver sus orquídeas que están floreando. Hermosas como siempre. Nos preparamos para el regreso, y al estar sentada en el coche, todo listo para salir a carretera, sólo pensaba en voz alta….No me quiero  ir”. 

martes, 26 de febrero de 2013

Diario

Yo soy una de esas personas que ha llevado un diario, y todo empezó por un diario que me regalaron cuando cumplí 15 años y en la escuela había leído el Diario de Ana Frank. Cuando lo leí, ese libro me encantó, pero mi situación personal era muy distinta a la de Ana. Comencé a escribir sobre las fiestas a las que iba, con mis padres, con mis amigos y obviamente empecé a escribir sobre mis amores platónicos. Fue justo cuando entré a la preparatoria, ubicada lejos de mi casa, en donde me tenia que desplazar 1 hora para llegar a Xalapa. Era la primera vez que me alejaba sola de mi casa y empezó la aventura de mi vida. Conocer a compañeros con los que compartías el autobús, tener amigos en la misma ruta, disfrutar del paisaje de la carretera, escuchar música que no estás acostumbrado a escuchar, ver una gran diversidad de gente que se transporta cada día y que no sabes si alguien en algún momento será importante en tu vida. Todas esas experiencias estaban plasmadas en una página de aquel diario, como encabezado siempre le ponía el nombre de la canción que escuchaba cuando en las noches estaba acostada en mi cama, me relajaba y escribía mi diario.

lunes, 25 de febrero de 2013

Por donde empezar

Esta mañana me di cuenta, que si no es facebook o twitter, no tengo otro pasatiempo. Ya no me interesa a otras páginas que no sean vinculadas con estas redes sociales. De repente me pongo a pensar que mis intereses están vinculados con mis amigos y seguidores. ¿Ya no tengo intereses propios?, esto me hizo dudar de en qué momento de mi vida estoy. ¿Será la edad?, ¿serán problemas en el trabajo?, será la familia?, será´n los amigos no virtuales?. No lo se, pero quiero entender que está pasando.

Un blog

Hoy inicio un nuevo pasatiempo, un blog. Después de pensarlo mucho tiempo creo que el expresarme por medio de un blog me servirá para decir cosas que todo el tiempo traigo en mi cabeza y que tardo en encontrar a las personas adecuadas para expresar mis ideas. Tengo mucha esperanza de que esto funcione.